martes, 5 de julio de 2011

MI ADMIRACIÓN POR POLDY BIRD


 CON MUCHO AMOR Y DESDE EL ALMA, ABRÍ UNA PÁGINA COMO UN HOMENAJE DE ADMIRADORA Y PARA QUE AL COMPARTIR SUS CUENTOS MUCHOS MÁS CONOZCAN SUS MARAVILLOSOS RELATOS 

FACEBOOK  TIENE MÁS POSIBILIDADES DE REUNIR SEGUIDORES  QUE EL BLOG  







PARA QUE PUEDAN HACERSE FAN Y SEGUIR LOS CUENTOS  LOS VOY A SEGUIR COMPARTIENDO EN MI PÁGINA DE FACEBOOK  

EL LINK DE ACCESO ES 
http://www.facebook.com/pages/COMPARTIENDO-LOS-CUENTOS-DE-POLDY-BIRD/111730088919375?sk=wall



GRACIAS

jueves, 30 de junio de 2011

Alguien con quien hablar



Ha pasado tiempo.
Del llanto y el grito y la noche en vela; de la inquietud inaguantable, el pelo revuelto y el nudo en el estómago, fui pasando lentamente al otro lado del sendero.
Aquel iba al infierno, lo atravesaba, no salía de allí.
Éste está en una isla silenciosa.
Suena el teléfono y no quiero atenderlo.
O no tengo fuerzas para atender la llamada y responder el cuestionario previsible y tonto, siempre repetido, cuyas respuestas el interlocutor no escucha de verdad, porque mientras las oye está leyendo la cuenta de luz o cociendo un botón o mirando el noticiero por televisión.
-Estoy viendo a fulanita, me parece que se puso botox...-
Murmure, pero en tono audible.
-No tengo mas ganas de vivir.
Y ella salteó mi párrafo y se despidió:
-Bueno, me alegro de que estés bien, a ver cuando nos vemos...
-En cuanto termine de corregir lo que me falta del libro...
-Nos hablamos...
Clic
Como el ruido de los sapitos de lata. Clic, clic, clic.
Botox, libro, lata.
Quiero que vuelva.
Lo extraño.
Desde la ventana se ve gente abrigada caminando por la calle. Es un día gris, por la hendija abierta entra olor a un invierno de hace años. Colonia de Dior, ramas de pinos mojadas por la lluvia, lana inglesa de un suéter a rombos... Ahora no había cosas que me dolieran tanto: no revisaría agendas, ni bolsillos, ni espiaría mensajes de su celular.
No querría escuchar detrás de la puerta.
La soledad y la ausencia te enseñan cual es el verdadero infierno. Es estirar la mano en la cama y que al lado no haya nadie. Y que cada día que pasa su perfume se vaya lavando y otros aromas ocupen su lugar.
Es ganas de no tener ganas.
Es vivir para atrás, con los ojos pegados a la nuca en vez de seguir el curso de la vida, con los ojos debajo de la frente: hacia delante, hacia delante...
El verdadero infierno no es dudar, desconfiar, temer mentiras..., es tener la certeza de que no entrará nunca más por esa puerta, que nunca más podré cruzármelo en la calle, que no conversaré con él...
Porque más que abrazo apretujado y mi nariz contra su cuello y mis dedos revolviendo su pelo, lo que me hace falta con desesperación y con locura, son aquellas conversaciones en las que nos mirábamos como en un espejo, descubriendo algunos pensamientos en duplicado, abriéndonos puertas que jamás habíamos abierto antes, haciendo confidencias que nunca hubiéramos podido hacerle a otros...
Mientras estuvimos juntos, no dejamos de conversar como amigos, como amantes, como dos que coordinan el largo y el ritmo de sus pasos para que nada pueda distanciarlos.
Tuvimos en cuenta tantas cosas... ¡Pero no calculamos que la vida puede terminarse en cualquier momento, sin previo aviso!
Tengo muchos motivos para vivir.
Motivos cotidianos, chiquitos, que componen un ramo valioso. Tal vez encuentre, a veces alguien a quien abrazar y que me abrace... Pero no he vuelto a tener otra conversación como aquellas, las nuestras amor...
Ha pasado tiempo...
Sólo quería decirte..., que me haces tanta, tanta falta... 

miércoles, 29 de junio de 2011

LA LETRA A

 Un porotito con una colita, esta es la letra a, ¿te gusta? ¿Te gusta, mamá?
Y enseguida tu risita de triunfo, de qué lindo, de nena feliz.
Tu mano de nena de cuatro años encaramada sobre una gran mesa había dibujado la a.
La a de mamá, de papá, de pan, la a de ja ja. La a de las cosas lindas, del buen tiempo, del ángel de la guarda cuidándonos la espalda.
¿Por qué será que en esos momentos, en vez de ser feliz, de ponerme contenta u orgullosa, se me da por llorar?
Te acaricié el flequillo y me quedé muy seria.
—¿No te gustó, mamita?
—Sí, me gustó. ¡Viva la nena gorda que escribió una a!
Pero no me gustó.
La “a” en el papel es la puerta redonda por donde comienza a escaparse la infancia.
Y por donde empieza a entrar mi miedo. Ahora tú eres mi reloj, y las horas pasan muy rápidamente.
Ayer nomás, tus manos manoteaban un sonajero, y hoy marcan los segundos con un lápiz, con la acuarela que mancha tu delantal blanco y rosa del Jardín de Infantes, con el signo de interrogación de tus preguntas interminables.
Ahora tú conoces la letra a y muy pronto abrirás su puerta para conocer las demás letras; llenarás un cuaderno, separarás las estrellas en sus diferentes constelaciones, y las palabras dejarán de ser “dibujitos” para convertirse en algo con un significado riguroso. (¡Oh... todo está anotado en los diccionarios!).
Tú eres mi reloj, quédate quieta.
No, no dejes pasar los segundos porque ellos se devoran los minutos, las horas, los días, los meses...
Quiero que detengas el tiempo en esta hora, que sean hoy las dos y media de la tarde, 14 de mayo de 1967 para siempre.

Con este sol y esta ventana abierta y esta paz de domingo. Y con este cansancio divertido de haber dado unas vueltas a la ronda los tres tomados de la mano: tú, papá y yo.
Porque con estas cosas yo recupero al ángel, vuelvo a vivir aquello que fue breve, me asombro con tu asombro, digo tus versos escolares, canto tus mismos cantos, y soy tú y soy yo, las dos al mismo tiempo:
Una nenita Poldy  y una nena Verónica que crece muy aprisa.
Es difícil ser madre, saber qué hay que decirte, saber qué hay que callar, saber qué es lo que quieres que te diga.
Haber sufrido tanto, haber mirado la vida y el mundo hurgando en los rincones, buscando en las hendijas para saberlo todo, para saber qué flores tienen espinas, qué barro es el que mancha irremediablemente, qué fuego es el que quema y qué fuego el que limpia...
Haber sufrido tanto... haber buscado tanto... haber aprendido tanto... para llegar a saber que cada uno tiene que labrar su propia experiencia,que mis lágrimas no evitarán las tuyas, que mi dolor no servirá  de barrera a los dolores que te aguardan y que, aunque yo te ame, aunque yo sepa cuál es el camino que debes elegir para ser dichosa y para realizarte, tengo que aprender a callar, a apartarme, a dejar que seas tú misma la que lo encuentres, aunque antes te equivoques y te golpees muchas veces.
Es difícil ser madre... saber qué hay que decirte... saber qué hay que callar... saber qué es lo que quieres que te diga.
Hasta hoy, todo me había parecido fácil: tenerte dando vueltas a mi alrededor, sentir que me necesitas tanto, que no te gusta que salga, que me vaya, que te falte un instante; que la comida “más rica” es la que comes de la cuchara que sostiene mi mano, las historias que te fascinan son las que te cuento, y tu bracito apoyado en mi brazo te hace sentir segura, protegida, abrigada.
Hasta ahora todo fue fácil: abrazarte, apretarte contra mí y saber que así nada podría ocurrirte.
Nada puede ocurrirte apretada en mis brazos mientras eres pollito bajo el ala materna.
Pero la letra “a” tiene una puerta redonda por donde los chicos empiezan a escaparse de la infancia. Y esa puerta da a un mundo. Y en ese mundo hay rostros y luces y espejismos y tanto más...
Te prometo no encadenarte, hija. Ir buscando las fuerzas, como el pájaro busca las pajillas para hacer su nido.

Ir buscando las fuerzas que me obliguen a dejarte vivir tu propia vida.
Creo que eso es lo más difícil de ser madre: saber dejar a fondo el ancla de nuestro fuerte barco, mientras el velerito nuevo, que parece tan débil, tan frágil y vulnerable, se va... se va quién sabe adónde a enfrentar qué tormentas, a ganar qué batallas... o a perderlas.
—Un porotito con una colita, esta es la letra “a”, ¿te gusta, mamita?
Me lo vas a preguntar cien veces, como todas las cosas que preguntas.
Y yo cien veces voy a tratar de sonreír al contestarte:
—Sí, me gusta...
Pero vamos, vamos, mi nena.

Vamos a usar todo este domingo, a comprar un globo colorado, un chupetín, un molinillo, a dar vueltas en la calesita, a reírnos, reírnos... reírnos... a zarandear al ángel hasta dejarlo cansado.




31/1/1963 -25/10/2008 Q.E.P.D


La editora Verónica Renaud, hija de Poldy Bird falleció a los 45 años víctima de un ataque cardíaco. La recordaremos con cariño 



martes, 28 de junio de 2011

UN JAZMíN YA NO ES LO MISMO


Poldy Bird lo escribió cuando perdió a Martin Renoud ,su marido 
-----------------------------------------------------------------------------------
No podría decirte que he dejado de amarlo, porque el amor no es una elección ni una obligación, sino algo que va subiendo por el cuerpo como una planta de ramas envolventes, es un olor que de repente te hace necesitar a aquél que dejaba un huequito en la almohada, es un papel con la letra conocida que te pega como un golpe en el estómago.

Lo extraño.

Sin proponérmelo, su recuerdo me inunda.

Estoy pensando en cualquier cosa, y él ocupa mi pensamiento, se apodera de todas las imágenes, hace con ellas bollos de papel y las arroja al cesto.

Cada uno de mis sentidos lo necesita vivo.

Mi vista quiere verlo llegando por la calle, doblando la esquina con su paso se­guro, su camisa impecable, su corbata refinada, sus zapatos lustrados, tan totalmente reconocible entre toda la gente, tan él, tan esperado a las siete de la tarde. 

Mi oído quiere escuchar su voz.

No importa lo que diga. Su voz. Ese sonido que lo identificaba, que era el en­voltorio y la médula de sus palabras, las de la suavidad y las de los enojos, las de los largos discursos aburridos y las de la gracia que me arrancaba la risa.

Mi gusto quiere la tenue sal de su piel. Y toda aquella gama infinita del sabor de las comidas que le gustaban: compartir una cena con velas en la mesa, un almuerzo bajo el sol, las pequeñas magias que conseguía con una pizca de pimienta y un pollo asado con paciencia sobre las brasas: ---"Nunca vas a comer un pollo igual, porque yo le pongo un ingrediente único, le pongo amor".

¡Oh, Dios mío, él me falta en todas partes! Hasta en el hambre me hace falta, porque desde que no está no he vuelto a sentir hambre, aunque me pase días sin comer.

Nada será lo mismo ahora. 

Un jazmín ya no es lo mismo.

Que me perdonen los jazmines, pero qué caso tienen los jazmines, si los cortan mis manos, no las de él.

Tengo la casa llena de floreritos con jazmines que parecen luceros, y sin embargo no me hacen esbozar una sonrisa.

Él les ponía el alma, que les falta. 

Dirás que tengo que resignarme, que debo acostumbrarme, que tengo la obligación de la esperanza, que no soy la única persona en el mundo que ha perdido el amor, la compañía, la pareja querida. . . Dirás que no puedo darme por vencida, que debo encontrar fuerzas para no estar vacía como una casa en venta, que se descascara.

Sé que tu amistad me acompaña. 

Sé que lo deseás por mi bien. 

Te creo.

Pero no puedo.

Lo intento. Lo intento. Trato... 

Pero nada me entusiasma de verdad. 

Nada me interesa verdaderamente. 

Nada me importa del todo.

Me canso, me distraigo, me quedo con la mirada perdida, mirando sin ver. . . Y cuando me hablan, no oigo la frase 
entera...
 a veces apenas si el comienzo o el final... y respondo con monosílabos, sin saber qué estoy diciendo en realidad, a qué le digo "sí", a qué le digo "bien", a qué le digo "no".

Mi situación es difícil.

No puedo cansar a la gente llorando en su presencia, porque la gente se asusta muy rápido del dolor y la tragedia.

Se asusta de las mismas confidencias, iguales, repetidas.

Se asusta de alguien que no tiene ganas. 

Se aterroriza de verse en un espejo oscuro, como es, todavía, el espejo de mi corazón: un cuarto de negras paredes, sin eco, sin una pequeñísima lamparita.

Por eso llamo poco a mis amigos.

Y cuando los llamo o cuando me llaman, no me pongo a gritarles que lo extraño, que no puedo más, que vengan, que estoy sola y que si sigo tan sola me convertiré en una piedra del desierto, en una islita que el agua del océano hará desaparecer...

Ellos tienen sus propios problemas, y me da miedo cargarles los míos.

Los amo. Amo a mis amigos y me cuido muy bien de no entristecerlos.

Si mis amigos se me ponen tristes, no tendré ya ni un laguito de donde sacar unas gotitas del agua dulce de la alegría.

Una salpicadura cada tanto, como esos jueguitos infantiles del carnaval...

Mis amigos. . . Claro que los amo. 

Son lo único vivo que me pasa. 

Son mi elección.

Ellos también me han elegido entre muchísima gente.

Nos ha acercado Dios. 

Y así los quiero: cerca.

Los pocos que no huyeron. Los pocos que me tuvieron tomada de la mano para que no me hundiera.

Cálidas manos vivas que mantienen vigente mi contacto con la vida.

Cuánto les agradezco. Y cuánto miedo tengo de que mi verdadero rostro de pesar los aleje.

Por eso te lo digo a vos, en vez de confesarme con ellos.

Te digo que no dejé de amarlo.

Que el amor no se entierra con los muertos.

Que el amor continúa como el agua y el aire.

Que el amor no se cansa, no rinde su plaza, no depone las armas, no se resigna, no palidece, es una copa llena.

Bebo de esa copa. Pero bebo sola. No brindo.

Bailo con un recuerdo. 

Hablo con un recuerdo.

Hablo y me contesto con las palabras que él hubiera dicho para responderme. 

Tecleo mi máquina de escribir. Invento historias de amor.

Por un ratito soy protagonista de cosas bellas, pero pasan las horas y vuelvo a los interrogantes, a las dudas, a las indecisiones.

Se me sale el camino debajo de los pies. 

Se me muere el sol.

Se silencia la música. 

Se apaga la llama.

Se secan las hojitas nuevas que parecían comenzar a brotar.

No hay playa. 

No hay puerto. 

No hay barco. 

No hay mar.

Y no hay sueño que me haga dormir, ni canción que me acune, ni bebida que apague mi sed. Y no hay pan, ni azúcar, ni luna. Nada hay nada que me conforme, que me ayude, que me ampare.

Lo extraño.

A vos te digo que lo extraño.

A vos te pido que reces conmigo para que Dios se apiade y le dé un poquito de paz a mi alma.

Que reces conmigo para que los jazmines dejen de ser flores de papel blanco en los floreros de mi casa. Y uno, aunque sea uno, perfume mi corazón.

BASTA DE DISIMULAR …..


girazoles6ll9dx.gif Mujer image by AlboradaDMujerSOY UNA DE LAS QUE CUENTAN TODO LO QUE ME PASA. SIN DISFRAZARLO , SIN MEJORARLO , SIN PIEDAD DE MIS ERRORES .
CLARO QUE NO SE LO CUENTO A CUALQUIERA .
ELIJO.
TIENE QUE SER ALGUIEN CONFIABLE , ALGUIEN QUE ENTIENDA , Y QUE RESPETE ESA ENTREGA.
PORQUE CON LOS DEMAS PUEDO HABLAR HORAS SIN DECIR NADA QUE ME DEJE EXPUESTA , DESNUDA COMO UNA FRUTA EN LA FRUTERIA , DARLE COSAS DE MI SON PEDACITOS SIN IMPORTANCIA DE  UN ROMPECABEZAS UNIVERSAL , IDENTICOS A MUCHOS OTROS …
PUEDEN ARMAR  MI,FOTOGRAFIA , TODO LO EXTERNO , SIN NADA ENTRAÑABLE , VICERAL .
A VECES ME EQUIVOCO .
Y CUANDO ME DOY CUENTA ME DUELE .
A VECES DIGO AMIGA … Y NO ES AMIGA ..
ES SOLAMENTE UNA CURIOSA QUE DESPARRAMA POR AHI MIS DOLORES , MIS INTERROGANTES , MIS MIEDOS , MI TONTA CREDULIDAD .
Y ME SIENTO VULNERABLE , USADA COMO SI CAMINARA POR LAS CALLES SIN ROPA CON TODAS LAS MIRADAS PUESTAS EN MIS DEFECTOS Y MIS CICATRICES.
ESE ES EL RESULTADO DE LA SOLEDAD , Y DEL EXCESO DE FE EN EL GENERO HUMANO . NADIE QUIERE ADMITIR QUE ESTA SOLO Y DESVALIDO Y QUE ESO ES TERRIBLE Y NO LE GUSTA ….
—YO PREFIERO ESTAR SOLA Y NO MAL ACOMPAÑADA – AFIRMAN
Y SE SONRIEN CUANDO RESPONDO :
–YO PREFIERO ESTAR MAL ACOMPAÑADA , ANTES QUE SOLA .
HE IDO TACHANDO NOMBRES EN MI AGENDA .
.YA CASI NUNCA LA ABRO .
¿PARA QUE ?
ESTE AÑO ME COMPRE UNA NUEVA .
¡Y ESTA INVICTA !
NO HE TENIDO NADA IMPORTANTE QUE ANOTAR . ¡ BASTA DE USARLA COMO SI FUERA UN DIARIO DE MI VIDA !
ESTOY CANSADA DE ESCRIBIR …IBA A ….PERO AL FINAL NO ¨".  O LLAMO QUE NO PODIA VENIR "….O SABADO  TODAS PELICULAS DE TERROR . UN ASCO .
BASTA DE GENTE QUE SE MANDA LA PARTE  PARA QUE NO TE ENTERES DE SU VERDAD TAN PARECIDA A LA TUYA !
BASTA DE ENTERARME QUE ESE MISMO FIN DE AÑO TRES PERSONAS LO PASARON SOLAS , CADA UNA EN SU CASA , EN VEZ DE JUNTARNOS , COMO YO LES PROPUSE  Y LAS TRES ME DIJERON –ME VOY CON MIS HERMANOS  , ME VOY CON MI HIJO , ME VOY A UNA REUNION A LA CASA DE …
Y YO AQUI , LEVANTANDO MI COPA DE CHAMPAN A LAS DOCE DE LA NOCHE , CON LAGRIMAS EN LOS OJOS , RECORDANDOLAS ….
ESTE AÑO AMIGA , PROMETEME QUE NO VAS A MENTIR , QUE NO TE VAS A ESCONDER , QUE TE VAS A ACERCAR …
QUE NI VOS NI YO LEVANTAREMOS LA COPA PARA BRINDAR CON EL FANTASMA DE LA SOLEDAD


poldy bird  (del libro PASA UNA MUJER )